De memoria
Carlos Ferreyra Carrasco
Nada nos preocupa, si algo llama nuestra atención, será por puro argüendero; lo trascendente lo dejamos por lo escandaloso o por lo inmediato.
No nos ha interesado, en absoluto, el desorden económico que ya tiene al país en desastre total. Pero sigue el absurdo reparto de dineros, sin control ni ley que nos ampare.
La criminalidad desatada como nunca, pero nos enteramos que esas son versiones de los opositores, de quienes pretenden desestabilizar al gobierno. Que, a su vez, documenta la ola criminal que nos coloca en el sitio 125 entre las 140 más inseguras del mundo.
Leemos con los GuacaLeaks que luego de dos hospitalizaciones necesarias aunque breves, el presidente tiene un malestar del corazón que le significa riesgo fatal.
Sabemos, a pesar de los plumíferos mercenarios como el Pig menio, que a partir del mediodía se recluye en sus regios aposentos donde le aplican una serie de ejercicios. De garnachas, huracanes y el resto de antojitos que acostumbraba mostrar a diario, no se dijo una palabra.
Está bien, nos distraemos con disputas de poder; en las alturas dicen, se contradicen, se aplauden y hasta se lanzan disimuladas puyas. Todo sea por el juego libertario y democrático.
Juego en el que buscan excluir a nuestro árbitro constitucional legal, legítimo y aceptado por los votantes, el Instituto Nacional Electoral.
Y para descalificarlo usan a la entidad, antes fuente de recursos contra los abusos del poder, sin considerar que la ley lo prohibe y la decencia, si la hubiese, también.
Conocí a doña Rosario Ibarra a la que visitaba ocasionalmente en modesto departamento en la Colonia Roma. Ahí siempre acompañada por un coro griego que la escuchaba con unción.
Por circunstancias laborales, estuve en posibilidad dos ocasiones de conectar a la señora con pistas sobre la detención o desaparición de su hijo, participante en un frustrado secuestro y muerte de la víctima.
Aquí voy con mi incorregible costumbre de mirar lo que me parece que muchos no quieren ver. Mi impresión, por la que dejé de frecuentar a la señora, es que buscaba pero sin querer encontrar.
Doña Rosario fue enarbolada como bandera cuando hizo presencia en el DF. Esto es, a nivel nacional
Paso a paso la fueron elevando y ella creciendo en su autoestima, hasta el punto que, candidata presidencial, encontró que su lucha, cualquiera que esta fuese, valía más que el desaparecido
Un dato: en uno de los reacomodos del Archivo General de la Nación, apareció un expediente a nombre de Jesús Piedra Ibarra. El legajo se entregó al capitán Fernando Gutiérrrez Barrios. Se abandonó; de hecho nunca se siguió la pista.
Con el tiempo la señora Ibarra se deslavó. Otros mediocres se apelotonaron sobre López Obrador, que de manera alguna hubiese permitido un lucero junto a la esplendorosa luz de su integridad, su inteligencia.
En ese contexto el mandatario ha aplicado al revés la ley natural apoyándose en los más dóciles y torpes de la manada. Los que no hacen sombra.
Sí, tenemos un Bejarano declarando en cámaras que el dinero de un cohecho, es para López y su causa y que éste lo sabe.
Acerca a Adan, al que lanza a la idiotez de asegurar que la justicia gringa está tras el expresidente Calderón. Luego le basta con decir que no dijo eso.
Usa a Claudia que repite como perico lo que antes escuchó en las Marraneras de su jefe. Un día muestra su desprecio por el automovilismo, al siguiente recibe un casco de regalo y aplaude.
Rosario Piedra Ibarra sin experiencia y sólo permitiendo el uso perverso de su apelativo, obedece, pide fusilar a los infieles del INE y ante la lluvia de críticas se esconde, hace mutis y sigue adelante, con la certeza de que en dos, tres jornadas, otra imbecilidad igual o peor, le quitará los reflectores.
Pero no es esta la piedra que incomoda al mandatario. Una viborilla de alia experiencia, Ricardo Monreal maniobra para treparse a la Silla del Águila.
Declaró su fidelidad a la causa, entendida como lealtad perruna al repartidor de croquetas. Sin pena, colocó a uno de sus hermanos en el mando en Zacatecas, donde otros familiares gozan cargos políticos. En el estado, curioso, crece la criminalidad.
Los temores muy válidos, expulsado del primer círculo Monreal, como Muñoz Ledo, comenzó a ver los errores y las ilegalidades de la Cuarta transformación.
Aün así, dijo que no abandonaría el barco y que lucharía por su nominación… pero ya en fecha reciente comentó que los ataques y su marginación lo obligarían a repensar su permanencia en Morena.
Eso, sin abandonar el suculento hueso como pastor de la borregada pejiasna en el Senado.
En Movimiento Ciudadano el concesionario Dante Delgado, se frota las manos y se relame los bigotes. Le proponen a Luis Donaldo Colosio, joven sin experiencia política, pero hijo de un mártir oficial.
Y bueno, la vida es bella. Se conocen ciertos contactos y aseguran acuerdos con Ricardo Monreal, que está en pos de los pilares que ocultan el despacho presidencial.
Hay negociaciones con los verdes y hasta el PT se deja querer. ¿Será Monreal o, como también dice Radio Bemba, Magcel entretenido en servir al norte en el cambio de armas por estupefacientes?
Etapa interminable para escuchar ofertas, promesas, compromisos que nunca, ni anteriores ni actuales, cumplieron.
Caeremos nuevamente en el garlito del bueno, la esperanza sexenal…
