Laberintos del Poder
Emilio Trinidad Zaldivar
Columnistas nacionales y locales afines al PRI celebran la presencia en Toluca de Héctor Lie Verdugo y David López Gutiérrez, a los que ex colaboradores de Enrique Peña Nieto, Arturo Montiel y Emilio Chuayffet, junto con integrantes del Comité Directivo Estatal de ese moribundo organismo político, promueven y aplauden, porque dicen que “ya están operando” a favor del tricolor con miras a la elección de su candidata a la gubernatura del Estado de México.
Lie Verdugo y López Gutiérrez, hombres del “Sistema” priista, al que han servido por más de 40 años, tienen sobre sus hombros un alto descrédito porque lo que aprendieron bien durante esas más de cuatro décadas, fue a mover cientos de miles de millones de pesos para corromper plumas, comprar conciencias y acallar o censurar voces disidentes o libres de sus siempre torcidas intenciones, de que a sus jefes -aún equivocándose- no se les tocara en ningún medio de comunicación.
Ambos personajes, con una sí larguísima trayectoria y experiencia en materia de información, pero también con una cola más extensa que la distancia que separan a Cancún de Tijuana, dieron a manos llenas recursos del erario público a columnistas, directivos, reporteros, conductores y comentaristas, y claro está, la mayor parte de esos dineros, que repartían en efectivo, iban a parar si no a sus cuentas personales, sí a sus diversos domicilios, por aquello de no dejar rastro alguno.
Los dos sinaloenses son hoy inmensamente ricos, millonarios en dólares, como lo son sus ex patrones Emilio Gamboa Patrón y Enrique Peña Nieto, y poseen diversos negocios y sociedades anónimas con otros políticos.
Ellos y algunos otros de sus incondicionales como Ignacio Durán Lomelí, están empujando a la experimentada diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo, que dicho sea de paso no requiere de esos “apoyos” que la ensucian, para que Alfredo Del Mazo Maza se incline por ella y no por su consentida Alejandra Del Moral.
Por mucho la ex senadora, ex alcaldesa, ex dirigente del PRI estatal, ex diputada Local, y muchos más ex, que jamás ha perdido una elección, es sin duda la mejor carta para enfrentar a Delfina Gómez -que también arrastra enorme desprestigio- y conservar esa plaza que es la más importante de toda la geografía nacional.
Ana Lilia es una mujer audaz, congruente, hábil en su manejo porque también sabe de medios y relaciones públicas, tiene un discurso estructurado y gran dominio del lenguaje, que arrollaría en un debate a la maestra Delfina que apenas y puede hilar algunas palabras y carece de ideas firmes y propias. Todo se lo debe a Higinio Martínez.
Hay voces que aseguran que Del Mazo III no traga a David López, a pesar de que fue un muy influyente colaborador de su padre, pero que no le gustó que Peña Nieto “ordenara” su regreso y presencia en la entidad que gobierna.
Al ex jefe de prensa de cuatro ex gobernadores le saben mucho, y su fuerte no es elaborar discursos ni contenidos informativos valiosos. Lo suyo, suyo, es traer maletas llenas de dinero, de las que dicen reparte un 30 por ciento para él quedarse con el 70 restante. Lo mismo hace su paisano.
Los dos sinaloenses llevarán su mala fama por territorio mexiquense y al final de la contienda por la gubernatura se retirarán como siempre con sus bolsas llenas de dinero mal habido. Pero así son los políticos y comunicadores priistas.
Si es Ana Lilia darán una mucho mejor batalla, pero con esos amigos, para qué quiere enemigos.
Del Mazo tiene en sus manos el triunfo o fracaso. Pronto lo sabremos.
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