Documental Político
Emilio Trinidad
El triunfo de Morena en las elecciones de este domingo -dicen- en por lo menos cuatro estados, será la ratificación del poderío del narco y sus arreglos con el gobierno entregado a ellos. Andrés Manuel López Obrador ha dejado claro que le interesa su protección y no la de los ciudadanos comunes y corrientes, porque a ellos les debe el financiamiento de su campaña y la de los gobernadores y candidatos de ese partido político del cual es propietario.
Por tal razón, el presidente no permitirá para el 2024 el surgimiento de un proyecto distinto al suyo. Quiere la continuidad, la réplica exacta, la reedición de su torcida Reforma y Transformación, y esa solo la representan y garantizan Claudia Sheinbaum Pardo y Adán Augusto López Hernández.
Ni Marcelo Ebrard Casaubón ni Ricardo Monreal Ávila, darían curso a este intolerante y fallido gobierno, porque ellos tienen su propia marca y proyecto, y porque saben que seguir igual sería la representación de un desastre mayor y el desmoronamiento total de instituciones y organismos, y la claudicación del ejercicio legítimo del poder político concedido por los ciudadanos a la autoridad, para pasar a ser subordinados de un poder ilegítimo como es el que representan el narco y las bandas criminales que pululan por el país con total libertad, protección e impunidad.
México sí es otro, ni duda cabe. Hoy el presidente se ha puesto de rodillas ante la barbarie y brutal violencia de movimientos subversivos criminales que son los que ponen a las autoridades. Hoy pasean, secuestran, mutilan, asesinan y extorsionan a cualquier hora del día, y deciden quién sí y quién no debe ser “autoridad” para subordinarse a ellos.
Sí, México es otro. Hoy la corrupción, la mentira, el engaño, la simulación, el cinismo, la incapacidad, la ignorancia, el saqueo, la burla, los negocios, los privilegios, la ofensa, la división, la confrontación, entre muchos otros males que carcomen la dignidad humana, más la ceguera de millones de burlados ciudadanos que siguen creyendo en palabras huecas y mensajes llenos de esperanza perdida de un vendedor de sueños, nos están llevando, conduciendo hacia terrenos impregnados de fango, miseria y barbarie política.
A este país se lo está acabando quien se hizo del poder por la “mano amiga” de los cárteles de Sinaloa, del Golfo y Jalisco Nueva Generación, que nutren las finanzas de un partido político que mejoró todas las formas de simulación de progreso.
El farsante del Palacio y embaucador de millones de nobles pero muy ignorantes mexicanos, acabará en seis años con una nación que jamás debió gobernar.
López Obrador, su familia, amigos, colaboradores y cómplices, pasarán a la historia como los mayores rufianes de la administración pública. Su voracidad sin límite los colocará en el inodoro de los recuerdos de la mayor pesadilla para México.
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