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COLUMNAS

Zona de guerra

Eduardo García Anguiano

 

El asesinato y el secuestro son el medio violento para incidir en la toma de las decisiones o en el control territorial.

 

Si de muertes habláramos tenemos que en 2021 no sólo se ha contabilizado a las relacionadas con la pandemia de COVID19, sino también a las que en el marco del proceso electoral se suscitaron y agregaríamos a las muertes por el control del territorio.

 

Un caso que ejemplifica bien esto último es el de Aguililla, Michoacán, como podrá apreciarse en el reportaje de la cadena qatarí ALJAZEERA. https://www.youtube.com/watch?v=dBkD9cJXrAw

 

El recuento de los necrófilos sirve para las diversas estadísticas que permiten vislumbrar la magnitud de los múltiples hechos de sangre; veamos otro punto de vista al respecto.

 

Seguridad pública.- Los asesinatos o secuestros con motivos políticos se atienden por las autoridades competentes para realizar las investigaciones que pudieran culminar con el esclarecimiento de hechos y la ubicación de presuntos culpables. Tenemos aquí un tema de seguridad publica en el área de investigación y control del delito.

 

Seguridad interior.- Los gobiernos municipales se ven cuestionados pues las presiones a los actuales gobernantes y a los futuros ganadores de los comicios, mediante la violencia o las amenazas, buscan llegar a negociaciones oficiosas. Se trata de un problema que socava a un gobierno local.

 

Seguridad nacional.- Cuando un gobierno local pierde el control territorial, el fenómeno trasciende la frontera de la seguridad pública o interior, en virtud de que ha perdido su razón de ser que es el ejercicio de la fuerza legítima en su ámbito de competencia. Se trata entonces de un riesgo que se coloca en la esfera de la seguridad nacional.

 

El problema de las zonas de guerra delincuenciales, como lo ilustra el caso michoacano, corresponde a un fenómeno que prende los focos rojos de la magnitud de la violencia electoral, cuyo fin no es el homicidio o secuestro del momento, sino lograr el control territorial para realizar actividades delincuenciales que medran con alguna economía ilícita.

 

El novelista canadiense Steven Galloway expresó en El Confabulista: “La mayoría de los argumentos, y de hecho la mayoría de los conflictos, no tienen nada que ver con el presente. Siempre se tratan del pasado o del futuro”.

 

secretariadoejecutivo1313@gmail.com

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