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Reelección ¿castigo o premio a legisladores? 

Víctor Barrera 

La atención electoral, como es costumbre en los comicios electorales llamados intermedios, se centran en la composición política que tendrá la cámara de diputados, y en esta ocasión no será la excepción. 

Pero ahora existe un ingrediente mayor, la posibilidad de reelegirse de los legisladores, tanto en los Congresos locales, y el federal, por lo que el electorado tendrá la oportunidad de  hacer uso del poder de su voto para premiar o castigar no solo a los partidos políticos, sino a los legisladores y que algunos continúen dentro de la nómina que se paga con el erario público y otros ya se vayan a su casa a esperar los próximos tres años para  enlistarse nuevamente como  candidatos a las diputaciones. 

Es pues la oportunidad de la ciudadanía para ejercer verdaderamente el valor de su voto y decidir por la opción que ha puesto en marcha el gobierno federal, que ha traído una serie de resultados negativos, pero hay quienes aseguran que esto se debe a los cambios que se han realizado en la estructura del Estado para desterrar los vicios como la corrupción, nepotismo y compadrazgo existentes en la misma. 

 Algunos otros señalan que se debe renovar la totalidad de la cámara para provocar que este rumbo, hasta ahora tomado, sea parado en seco y se dé un golpe de timón con el objetivo de obtener otros resultados contrarios hasta los ahora presentados,  

Esto mismo sucede en la composición de los Congresos locales, con la diferencia que el gobierno local puede ser de un partido de oposición y sus congresos mantiene una mayoría respecto al color de la ideología que representa el gobernador. 

Pero centrémonos en la Cámara de Diputados Federal, donde de los 500 legisladores actuales una gran mayoría de ellos presentaron su carta de intención de reelegirse en el puesto, pero en algunos casos, sus propios partidos decidieron bajarlos y ofrecerles otros puestos de elección popular, de mayor beneficio para el instituto político. 

Es cierto que existen excepciones notables, aunque son los menos quienes si tomaron en serio su labor y pese a las presiones de su grupo parlamentario tuvieron el valor de decidir por sí mismos, empujados por las promesas comprometidas con la gente que los llevo a ocupar una curul en San Lázaro. 

Pero existen casos totalmente deplorables  entre los legisladores, ya sea porque solo asistieron durante tres años a la cámara de diputados para levantarla mano de acuerdo a las instrucciones de su coordinador legislativo y en beneficio de los intereses de su partido político o su actuar fue deficiente por la falta de experiencia en el puesto 

Mucho de esos legisladores, los inútiles que solo sirven para levantar la mano, tienen el cinismo de intentar reelegirse, aun cuando sus vecinos, esos que los apoyaron con sus votos, no los volvieron a ver en sus distritos en meses. 

Los que trabajaron en su tarea legislativa, con presencia a través de iniciativas y puntos de acuerdo a favor de sus distritos y de la población en general, quienes no abandonaron sus distritos, no tendrán problema para seguir con esa tarea por tres años más 

En cambio, los que pretenden reelegirse solo porque así lo han decidió desde su partido, deberán irse a sus casas, pero lamentablemente muchos de ellos no tienen ni un poco de vergüenza y dignidad, y están más preocupados en seguir amasando riqueza a costa de todos los mexicanos, muchos de ellos van desde los 18 años hasta los 40 años dentro de la nómina del erario público, saltando de un puesto a otro sin beneficio para la población. 

Pero existe otra clase, quizá la de mayor peso para los partidos políticos y de poca utilidad para la gente que son los llamados plurinominales, que son aquellos designados por el partido político y que siempre forman parte de la coordinación de sus grupos parlamentarios y ocupan puestos importantes en las comisiones legislativas, no tendrán ningún problema para volver a sentarse en una curul y no por su activismo legislativo, sino por sus relaciones políticas. 

Sin embargo, insisto, el ciudadano tiene la oportunidad ejercer el poder del voto y realizar su balance del trabajo realizado por los legisladores y si deciden la continuidad o no de los actuales será porque el ciudadano ofrece un regalo o castigo a estos llamados representantes populares. 

 Recuerde valorar su voto y castigar o premiar a una persona es algo que deberemos soportar por los próximos tres años, usted tiene la palabra y usted decide el presente de México.

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