Víctor Barrera
Con la intención de realizar anuncios impactantes en el ánimo del electorado, y utilizando un nacionalismo que suena ya muy anacrónico, Andrés Manuel López Obrador anuncio la compra del 50 por ciento de las acciones de la refinería Deer Park en Texas, donde Pemex era socio con el otro 50 por ciento con Shell, empresa petrolera norteamericana.
Si estuviéramos en la época de los años 70 y 80 del siglo pasado, esta compra sería verdaderamente impactante, México sería una nación no solo petrolera sino también refinadora de gasolina y diésel, que pondría los números de la empresa mexicana en positivos y tanto su situación financiera como el del Estado serian favorables para obtener crecimientos económicos mayores al 6 por ciento.
Lo malo, es que la compra de esta refinería se realizó en el momento donde el petróleo y los combustibles que derivan de él, van hacia la baja puesto que la tecnología ha avanzado y se está iniciando la era de la utilización de energías renovables.
López Obrador también destaco que esta compra convertirá a México en 2023 en un país autosuficiente de gasolina y diésel y con ello se acabará con los aumentos en su precio. Lo que no entiende López Obrador que el precio del petróleo se estima en los mercados internacionales y por consecuencia los derivados de este también se rigen bajo las mismas normas.
Entonces no debe realizar tal aseveración a no ser que reconozca que en los próximos años el petróleo ya no será un elemento principal para crear energéticos y por lo tanto su precio se irá devaluando, lo que significara para México contar con una empresa que no aportara las grandes cantidades de recursos, que hasta ahora entran a las arcas del gobierno federal.
Otro punto que no atendió López Obrador es que la importación De gasolina en nuestro país sigue por encima del 70 por ciento y aun cuando se cuente con la refinería Deer Park y empiece a funcionar la de Dos Bocas además de poner al ciento por ciento las otras refinerías, México no logrará abastecer de manera completa el mercado interno y el precio de la gasolina seguirá rigiéndose por el precio del mercado, a mayor demanda, mayor precio.
Por lo tanto, para mantener precios bajos, el gobierno deberá aportar mayores subsidios que significan aplicar recursos públicos para solventar el costo real de los combustibles, entonces no hay un gran cambio para México en la compra de la refinería de Deer Park, solo se compró un cascaron que en los próximos años será totalmente obsoleto.
Todos esto demuestra que López Obrador sigue atorado en la década de los 70, y esto nos estas convirtiendo en un país que va en contra sentido al desarrollo tecnológico.
En el mundo se mira hacia cero emisiones de contaminantes, mientras que en México se trata de poner al petróleo como principal motor de crecimiento económico.
