Víctor Barrera
La economía mexicana se encuentra entre dos fuerzas, una es la que aporta principalmente el sector privado nacional que hace todo lo posible para mantener sus cadenas productivas funcionando y que han permitido tener márgenes de crecimiento importantes, principalmente porque la economía de Estados Unidos ha mostrado signos de fortalecimiento, jalando a la manufactura e industria y el exportador de nuestro país.
Esta combinación ha arrojado cifras alentadoras para el país, como resultados presentados por el INEGI en el Indicador Oportuno de Actividad Económica, que muestra una caída de 2.1 por ciento, que podría ser la última, si el fortalecimiento de la economía del país vecino se concreta en lo que resta del año.
No son resultados positivos aun, pero muestra que el sector industrial del país está a 0.9 por ciento debajo del nivel del año pasado, lo que es un signo de recuperación y que pronto estará a niveles previos a la pandemia.
De esta manera la industria y en particular las manifacturas y el sector exportador, son las actividades que de manera directa se benefician del fortalecimiento económico de Estados Unidos.
Ahora falta que el gobierno mexicano establezca las medidas o políticas públicas para hacer que las cadenas productivas internas puedan estrecharse y lograr que la producción nacional mantenga la competitividad que tenía antes de la pandemia y en específico en 2018, cuando nuestra economía aun mostro resultados positivos de crecimiento
La segunda fuerza, que hasta el momento ha sido la negativa en nuestra economía, son las decisiones que se han tomado por parte del gobierno federal. Estas decisiones desde la falta de políticas públicas que muestren un plan de fortalecimiento integral de la economía y modificaciones e iniciativas de ley que ahuyentan las inversiones en el país.
De no haber un cambio importante en estas decisiones solo veremos cómo los inversionistas buscaran otras naciones para colocar sus capitales, sacándolos de México y condenando a nuestro país a mantenerse dependiendo de lo que pase en la economía del país vecino para seguir obteniendo resultados positivos, aunque en una parte de los sectores, dejando al comercio y servicios y al primario a expensas de lo que se pueda recuperar nuestra economía.
Es decir, el crecimiento económico seguirá siendo disparejo y no todos los mexicanos podremos ver una recuperación de nuestra economía familiar.
Es probable que el gobierno federal decida resaltar las cifras que corresponden a los sectores que muestran recuperación, para manifestar que vamos en el sentido correcto, aunque otros sectores de la economía sigan arrastrando signos negativos.
Así en las próximas semanas se resaltarán solo los resultados positivos para alentar, desde las conferencias de cada mañana que ofrece Andrés Manuel López Obrador, una realidad a medias, pero que permitirá al gobierno federal señalarse a sí mismo como el mejor ante una crisis provocada principalmente por la pandemia del covid, pero secundada por la falta de decisiones adecuadas o fuera de tiempo.
Es el momento adecuado de exigir al gobierno que corrija el rumbo que ha tomado o de lo contario seguiremos observando que una parte de la economía nacional crece rápidamente, mientras que otra seguirá haciéndolo de manera lenta
México tiene la calidad, los recursos e insumos suficientes para recuperarse, pero esto a través de la aplicación de políticas públicas sin distinciones, donde el fortalecimiento de los sectores productivos sea un objetivo para que en el corto plazo la economía de todas las familias mexicanas sea real.
