De memoria
Carlos Ferreyra Carrasco
Oficialmente, anunciados por el dueño de la cancha y la pelota, hay tres precandidatos a la sucesión: Magcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum o Cheimbaun, y Ricardo Monreal Ávila.
Pero como no son iguales, dejaron al tapado sin mención directa pero con tareas que lo acercan a la gleba: Ricardo Salinas Pliego.
Eso, sí no logran acabar, desaparecer, al arbitro ciudadano en las elecciones, el INE.
Usado el Instituto para la alternancia, primero con el PAN y hoy con Morena, no puede dársele poder ni decisión en materia electoral como hacían antes, porque los actuales no son iguales.
Ebrard se ha engolosinado con su hiperactivismo político. Cubre los frentes abiertos por la inepcia en Salud que ya nos lleva a alrededor de 400 mil víctimas fatales; desde luego en su responsabilidad formal donde no ata ni desata por los vaivenes e ignorancias de su jefe y el pánico a equivocarse en la relación con la Casa Blanca.
Aquí, Justo puntualizarlo, el más preocupado es Magcel que está sabedor de que no habrá sucesión en México sin apoyo castrense y visto bueno de Estados Unidos para el posible. Muchos años de marquez, sabe mover el abanico.
La Cheimbaun que disimuladamente busca la simpatía popular sin afectar la imagen de su jefe, por lo pronto rinde cuentas positivas en casi toda la aplicación de la vacuna. Son puntos electorales en favor de su jefe… pero es mujer y el mandatario muestra, aún sin querer, cierta dosis de antipatía al sexo opuesto.
Pero como no es igual, ha colocado damas por todos lados, a las que usa ocasionalmente y a las que no se limita a exhibir en sus incompetencias cuando, por ejemplo, una secretaria de Economía está impedida para leer un número o explicar un movimiento estratégico en esta rama del gobierno.
A Ricardo Monreal y ambos están conscientes, le teme. El zacatecano hace muchas lunas se propuso ser Presidente de la República. Con iguales limitaciones neuronales que su jefe, cuenta con un acervo de conocimientos mucho mayor. Y paradójicamente más experiencia en la lucha sin reglas.
La presencia de un eterno colaborador personal de Ricardo, como líder partidario y a la vez cabecilla de la diputación federal, sólo sirve para cumplir los deseos y los caprichos de López Obrador, pero ni siquiera para formar un bloque que pueda influir en la sucesión.
En ese sentido, no son iguales pero recordando a Carlos Salinas, a la hora de la verdad “no se equivoquen”.
Queda el Tapado, el caballo negro, el que puede ser que ya está trabajando su probable candidatura, Ricardo Salinas. Debemos tener presentes ciertas señales que significan apoyos reales.
La jefa del SAT, responsable de la recuperación de dinero propiedad de la Nación, por ejemplo 5,500 millones de pesos que deberá pagar Rosario Robles para obtener su libertad, paladinamente o con todo el cinismo que da la impunidad, asegura que la evasión fiscal de Salinas Pliego alcanza la modesta cifra de 40 mil millones de pesos.
Como no son iguales, para dejar muy entendible quién es ese señor, le otorgan contratos para videos callejeros en la Ciudad de México, por nueve mil millones de pesos.
Salinas adquirió Canal Trece en la administración de Carlos Salinas de Gortari, cuyo hermano, Raúl, fue encarcelado y entre los trastupijes revelados, las cuentas en Suiza, abiertas con su rostro y sus huellas aunque con otros nombres, Gomez era el apellido adoptado.
Raúl en su defensa mencionó a Ricardo a quien facilitó una cifra en dólares, suficiente para la compra del canal y sus instalaciones. Habría que suponer que son socios, razón por la que inclusive el mandatario ha bajado paulatinamente sus referencias ofensivas contra el que cierta ocasión llamó Chupacabras.
Como clon de su benefactor, Salinas Pliego, va replicando actos y escenarios. En su reunión anual familiar, colocó un templete donde se aposentó en una especie de trono. Abajo, los súbditos en franca adoración y a la espalda la enorme pantalla copia de la Mañanera, pero informando que se trataba de Ricardo y su familia.
Al inicio de año, en un salón digno de Palacio Real, ofreció a sus colaboradores un festejo parecido al antes encabezado por López Obrador a los gobernadores. La mesa larga, muy larga, candiles de prismas y en la cabecera, al centro, el personaje como un Dios.
La tarea inmediata de Salinas no será cumplir con su nuevo contrato, sino dirigir una embestida frontal, directa contra el INE. Labor seguida por el hombre de uso en Diputados, Mario Delgado, quien ha propuesto la desaparición del Instituto.
Necesario de acuerdo con las intenciones finales del actual presidente: perpetuarse en el poder o designar vía dedazo a su sucesor que, opinión personal, nunca podrá ser sucesora.
Si Salinas Pliego se apropia de la Presidencia, no aceptará vivir en Palacio, eso es para Nacos. Él no lo es y tampoco aceptaría vivir en Los Pinos. Pero allí está airoso y soberbio el Castillo de Chapultepec…
