Víctor Barrera
El incremento que han sufrido los precios de los energéticos, gasolinas, gas natural y gas LP que son de consumo general, sigue golpeando cada día a la economía de las familias mexicanas y esto se siente aún más cuando mantenemos una crisis económica que parece difícil de salir.
Pese a que cada día se habla de un crecimiento de nuestra economía para este 2021 que se ubicaría entre los 4.5 y 5 por ciento, por parte de las autoridades federales, pero no se detiene a observar que el problema de los energéticos desencadena un incremento también a los productos básicos.
Hoy las amas de casa están más preocupadas en conseguir alimentos de costos menores para llevar a la mesa, pero esto cada vez se hace imposible. El pretexto del incremento de los energéticos hace que cada día suba el precio de los productos e insumos necesarios para la alimentación.
Estos incrementos se reflejan de manera importante en el nivel de inflación, que es un pago que nadie puede eludir.
Durante semanas el precio de los energéticos era un tema de cada lunes a través del titular de la Profeco, ahora que salió en búsqueda de la alcaldía de León, este tema toma las verdaderas dimensiones y nos otorga noticias negativas que impactan directamente en los bolsillos de los mexicanos.
El día de ayer en la CDMX se llevó a cabo la protesta de transportistas quienes han pedido un incremento al precio del pasaje, precisamente por el aumento del 20 por ciento que ha sufrido en lo que va del año el precio de las gasolinas.
Aun cuando las autoridades han manifestado que realizaran una mesa de trabajo con los transportistas para tratar de dar cauce a una solución del problema, es un hecho que este incremento se verá aplicado y será otro golpe en el salario de los trabajadores.
De darse este incremento al pasaje, la avalancha de incrementos en el precio de los productos nuevamente se reactivará y esto provocará que la presión hacia el alza de la inflación se presente dejando posiblemente este indicador al final del año en números cercanos a los dos dígitos, por lo que un crecimiento económico del 4.5 o 5 por ciento de la economía quedará fulminada y no beneficiara a los mexicanos.
Debemos recordar que Andrés Manuel López Obrador, prometió en durante su campaña política fue no subir los precios de las gasolinas y, por el contrario, bajarlos, lo cual nunca podría ser realidad, ya que el precio de los energéticos es un precio que se mide y toma a nivel internacional conforme al precio del petróleo y no es decisión de cada nación.
Ahora bien, si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador quisiera contener el alza de los precios de los combustibles, seguramente crearía otros problemas, como utilizar recursos públicos y aplicarlos en más subsidios a los energéticos, o reducir de manera considerable la tasa de recaudación del impuesto especial que se cobra, pero estas opciones impactarían en el gasto del erario público, lo que se convierte en dejar otros sectores sin recursos para su desarrollo.
La realidad ha quitado la máscara a la 4T y a López Obrador que prometió lo que sabía de antemano que era imposible de cumplir, y lo obligo a mentir y ahora a traicionar a todos aquellos que creyeron esta promesa y posiblemente la ciudadanía le pase la factura este 6 de junio durante los comicios electorales.
