Por Víctor Barrera
Lo sucedido ayer en el estado de Texas y que repercutió estados del norte del país, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, que presentaron fallas en el suministro de electricidad hasta llegar al apagón que duró varias horas y que tuvo consecuencias en algunas actividades productivas, debe poner a pensar a nuestras autoridades federales la necesidad de la inversión en el sector energético.
Este desabasto de energía eléctrica se propició porque los tubos que llevan el gas natural que surte a las plantas generadoras de luz en el estado de Texas fueron parcialmente cerrados para evitar que con las heladas que se viven en estos momentos pudiera existir un accidente mayor y que conllevara la pérdida de vidas humanas.
Estas heladas resaltan nuevamente la necesidad que tiene México de construir edificaciones adecuadas para almacenar gas natural y gasolina, combustibles que se importan de Estados Unidos porque aún en México la capacidad de sus refinerías para producir gasolina no son suficientes y mucho menos para generar gas natural, pese a la administración de López Obrador ha inyectado cantidades enormes de dinero a Pemex, que nadie sabe en donde se han invertido, porque la empresa petrolera mexicana sigue mostrando número rojos, es decir perdidas
Ane este corte de electricidad el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) informó que desde el viernes pasado se declaró el estado operativo de alerta en el Sistema Interconectado Nacional (SIN), por las posibilidades de diminución al suministro y disponibilidad de gas natural proveniente de Estados Unidos en las centrales eléctricas en el norte del país.
Según el Cenace, sí emitió una señal de alerta y tomó medidas para mitigar los riesgos en el SIN, con previsiones de generación con combustibles alternos y pidió a la población de unmenor uso de la electricidad para frenar la demanda.
En tanto la CFE, varias horas después, manifestó que el error del suministro de gas natural no es culpa de la empresa sino de las empresas de Texas que cerraron los ductos y con ello se evitó que llegara gas natural a nuestro país.
El problema no es que Estados Unidos y sus empresas cierren el suministro de gas natural, sino que México debe resolver la enorme dependencia que tenemos en materia energética del mercado de gas natural de Texas, además, como ya lo señalé, la deficiente política de almacenamiento, y la necesidad de invertir en la posibilidad de realizar fracking en México para evitar las pérdidas que registrará la CFE por el abrupto incremento en los precios del gas natural.
Estos temas no fueron incluidos en la iniciativa de ley enviada por el ejecutivo al Congreso de la Unión, sobre la Industria Eléctrica
La Cofece, por cierto, envió al Congreso una opinión recomendando que no aprueben esta iniciativa porque afectará la competencia, en generación y comercialización de energía eléctrica y se traducirá en mayores tarifas que deberán pagar los consumidores o el gobierno mediante subsidios.
Ahora corresponde a los legisladores, analizar a fondo esta iniciativa y modificarla donde sea necesario para evitar que en el corto plazo se repita lo que paso ayer, que, por falta de gas natural, no se generó la electricidad suficiente para evitar se pararan las actividades productivas durante varias horas en los estados antes mencionados del país.
Los legisladores de Morena y sus aliados tienen enfrente una importante decisión entre apoyar a López Obrador en esta iniciativa que implica también crear un problema en cuanto al T-.MEC, poner en riesgo la inversión en México e ir ante el fallo de la Suprema Corte que ya emitió su fallo negativo ante una versión anterior casi similar de esta administración.
Les resta poco tiempo, a finales de este mes para resolver el problema y elegir cuál es su interés primicial, a favor de México o a favor de un proyecto que aun ni siquiera empieza a despegar.