Víctor Barrera
México sigue sumido en una crisis que será difícil de superar si esta administración federal no cambia su forma de pensar y establece de una vez por todos los mecanismos suficientes para evitar que cada día se cierren más empresas y comercios por falta de ventas de sus productos.
Esto trae como consecuencia el despido de trabajadores que se suman a los ya existentes que desde el mes de marzo han engrosado las filas de la pobreza.
La indolencia de esta administración se ve reflejada cuando insiste en no acudir a establecer un puente financiero que permita aplicar estos recursos para reactivar el círculo virtuoso de la economía.
López Obrador, no entiende que los programas sociales solos son asistenciales y que en nada empujan en la recuperación económica, el solo quiere ver que la gente que recibe estos programas, por cierto bastante cortos para las necesidades de la gente, se conviertan en votos a favor de su persona y con ello poder zanjar los comicios del 2021, esperando mantener la mayoría política en el país.
.A cambio de esto, la pobreza seguirá creciendo y posiblemente mantendrá niveles altos en los cuatro años restantes de esta administración, siendo una herencia que dejará para la próxima.
Esto debe preocuparnos a todos los mexicanos, si México no crece a ritmos mayores del 3 por ciento anual, estaremos condenados a sobrevivir en los próximos años, hasta que por elementos externos podamos recuperar los niveles de crecimiento que teníamos en 2018
Es cierto que las cifras oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social, muestran que en el mes de septiembre hubo un incremento importante la creación de empleos que sumaron 113 mil 850 personas más inscritos. Esto permitió tener un total de 19 millones 700 mil asegurados en cifra cerradas, pero también implica 865 mil empleos menos que en septiembre del 2019, es decir una caída de 4.2 por ciento.
Pese a que este gobierno quiere ver solo las cifras alegres, más de cien mil trabajadores ya tiñen nuevamente un trabajo pero la realidad nos muestra que el porcentaje de trabajadores sin empleos sigue siendo negativa.
Debemos entender que el problema del desempleo está directamente relacionado con el cierre de empresas y comercios, de todos los tamaños, y que esto refleja que la recuperación económica aún no ha llegado.
Esto trae como consecuencia que muchas familias no tengan los ingresos suficientes para, por lo menos cubrir los gastos de la canasta básica alimentaria, y que la desesperación para resarcir esto sea salir a las calles a buscar, de la forma que sea, dinero para llevar a casa y tener algo que comer cada día. En términos claros, que los niveles de inseguridad sigan incrementándose.
Entonces, debemos esperar que el gobierno federal pueda actuaren consecuencia e inicie una verdadero análisis a fondo de que hace falta para mantener fortalecida la estructura productiva del país y con ello trata de evitar que en los próximos meses la inercia económica se convierta en un sexenio perdido para el país.