Víctor Barrera
Aun cuando no se quiera relacionar los comicios que se llevarán a cabo este domingo en Coahuila e Hidalgo, con el proceso electoral del 2021, debemos manifestar que serán de importancia para Morena y servirán como la prueba contundente de cómo percibe la gente al partido del Presidente.
Coahuila e Hidalgo, han sido en su historia estados gobernados por el PRI, y por ello la importancia que Morena ha puesto sobre estos comicios. Si Morena logra obtener la mayoría de los puestos públicos de elección popular, demostraría que el partido del presidente junto con sus aliados aún mantiene la esperanza de los mexicanos de un cambio.
En Coahuila se elige el Congreso local, es decir 16 diputaciones de mayoría y 9 plurinominales, que significa que si Morena obtiene la mayoría del congreso, el resultado señalaría que la gente sigue con la confianza puesta en el poder legislativo para realizar los cambios necesarios y suficientes prometidos por López Obrador
En Hidalgo, se elegirán a 84 alcaldes, que representan el contacto directo con la población, con la ciudadanía que vota y que permite conocer aún más claro el sentir de la gente en cuanto el actuar del presidente López Obrador y su partido.
Hidalgo, como ya lo hemos dicho, ha sido desde su creación gobernado por gente emanada del PRI, y en pocas ocasiones, los municipios han sido gobernados por la oposición, y esto principalmente se ha realizado con el consentimiento del PRI, a través de acuerdos políticos.
El actual gobernador Omar Fayad, Meneses, del PRI, desde el inicio de la presente administración se vio más apegado a López Obrador que a su partido, por lo que podría explicarse que Morena y sus aliados, podrían ganar la mayoría de las alcaldías y con ello se daría un cambio histórico, por lo menos, de quienes gobernaran y decidirán el futuro de este estado, que pese a la cercanía con la capital del país, sigue mostrando grandes cantidades de población en pobreza.
Los resultados que den estos dos comicios estatales darían pues la directriz de cómo se percibe a Morena y sus aliados por una parte y por la otra a la oposición, entiéndase PRI, PAN, PRD y en menor medida MC ante los dos primeros años de la nueva administración federal.
A ocho meses de las elecciones, donde se elegirán a 500 diputados federales, 15 gubernaturas, más de mil diputados locales y mil 926 ayuntamientos, las cifras favorecen a Morena, porque es el partido en el poder, el de las mayorías en el a Cámara de Diputados y Senado de la Republica, pero el PRI y PAN no permitirán que sus números bajen.
Así las cosas, de 300 distritos electorales federales Morena muestra ventaja en por l menos 199 de ellos mientras que el PAN mantiene la delantera en 77 distritos. El PRI sólo ganaría ocho distritos en todo el país, y MC obtendría 16.
En tanto los otros partidos PT, PVEM y PES no alcanzarían ningún distrito y estarían en riesgo de perder su registro como partidos políticos.
El PRD, partido también en riesgo de perder el registro, tendría que movilizarse para rescatar el porcentaje suficientes, dentro de los pocos estados donde aún gobierna y con ello mantener el registro.
El triunfo y derrota de cada uno de los partidos políticos dependerá principalmente de los candidatos de cada uno de ellos, porque no es lo mismo un liderazgo nacional a uno local,, por ello los llamados partidos de oposición deberán encontrar a esos candidatos, en alianzas o en alianzas y coaliciones que puedan mantener o arrebatar el triunfo a los de morena y sus aliados.
En cuanto al Congreso, en esta ocasión en la Cámara de Diputados Federal, Morena se mantiene a la cabeza con el 36.44 por ciento. Acción Nacional con 21.12 por ciento, y en tercer lugar está el PRI con 11.18 por ciento, resultados que equiparables a la conformación actual de la llamada cámara baja.
Se debe destacar que se espera que en estos comicios salgan a votar más de 93 millones de mexicanos, lo que sería también histórico, puesto que en los más recientes cómicos federales, los porcentajes de votantes apenas superaron el 30 por ciento del padrón electoral.
Si esto último se mantuviera, el resultado nuevamente seria positivo y abrumador para Morena, ya que la mayoría de los pobladores que votaron por AMLO y su partido, repetirían su decisión de voto.
Lo que se destaca en estos comicios que los llamados partidos satélites como el PVEM, PES y los de nueva creación podrían no alcanzar los porcentajes suficientes y desaparecerían, en tanto el PT, C y PRD, podrían salvar su registro, si se aplican para movilizar y convencer a la gente de su participación en las de cisnes a favor de ellos.
Otros factores que podrían influir en la decisión del electoral para emitir su voto sin lugar a duda es el manejo de la pandemia por el covid-19 y los daños colaterales causados como lo es el desempleo, el incremento de la pobreza y una economía débil en el país. Así como la actuación en cuanto a la desaparición de los fideicomisos, la indiferencia a la violencia de género, el mal manejo en cuanto al abasto de medicamento para las mujeres, los niños y niñas con cáncer, la desaparición del Seguro Popular, los altos índices de inseguridad, que también prevalecen en el país y que poco se ha hecho para cambiar estos signos negativos a positivos.
Con todo esto queda claro que aún no se ha escrito nada, pero que Coahuila e Hidalgo serán el inicio del análisis de los partidos políticos y de López Obrador con miras al 6 de junio del 2021.