Víctor Barrera
En recientes días he tocado el tema de la pobreza creciente en el país consecuencia directa de la falta de medidas o políticas públicas que fortalezcan la estructura productiva del país, y con ello evitar un mayor número de cierre de empresas y por supuesto la desaparición de millones de empleos.
Este lunes, el Inegi dio a conocer los datos de la oferta y la demanda globales, datos que nos muestran con claridad la situación de la economía nacional durante el segundo trimestre, el cual se enmarca en el periodo del paro de actividades económicas por la pandemia del coronavirus.
Los datos muestran que en el segundo trimestre del año, la disminución en el consumo de bienes fue cercano a 8 mil millones de pesos diarios, respecto al trimestre anterior. Estas cifras equivalen a 19.6 millones de salarios medios diarios del sector formal de la economía, salarios que se han perdido al interior de las familias y que han restringido su capacidad de compra.
El Inegi también reveló que la caída del consumo privado es lo que explica aproximadamente las tres cuartas partes de la caída del PIB en el segundo trimestre del año.
Habrá quienes señalaran que este último indicador corresponde a las empresas en cuanto a la compra de sus insumos, pero también a la cantidad de dinero que estas empresas inyectan para producir empleos.
Los datos que presenta el Inegi señalan que diariamente dejaron de invertirse aproximadamente 3 mil 300 millones de pesos respecto a lo que ocurrió en el primer trimestre, que corresponde al 6.5 por ciento del Producto Interno Bruto, que sumado a un menor consumo tenemos la caída cercana al 10 por ciento de nuestra economía, cifra que podría mantener hasta el final del año o elevarse si no se aplican las medidas económicas adecuadas para amortiguar el impacto.
Es por ello que seguiremos insistiendo en la necesidad que el gobierno federal y ahora los diputados federales, realicen las modificaciones adecuadas en el Paquete Económico 2021, para evitar que la ciada de la economía del año sea superior al 10 por ciento.
La pobreza en el país se mantiene caminando a niveles altos y de no haber una estrategia que permita que las empresas y comercios mantengan un ritmo, el desempleo crecerá y sus consecuencias como la informalidad, el menor de los males y la inseguridad, el peor de ellos se incrementen.
Es cierto que de acuerdo a las cifras del Inegi, el gobierno mantuvo su actividad productiva pero apenas en 0.3 por ciento, lo que no representa un aliciente importante para la economía nacional.
Es necesario que el presupuesto a aplicarse durante el próximo año este encaminado a reactivar la economía nacional a través de los sectores productivos y que esta sea impulsada también con el sector público y no solamente con el privado.
La reactivación económica traería a su vez que los inversionistas extranjeros se animen nuevamente a traer sus capitales al país, pero bajo reglas claras de participación y sin que de un día a otro se eliminen contratos, porque esto hace más daño a la economía mexicana.
Una nación no puede vivir aislada del resto del mundo, cuando existen infinidad de acuerdos y tratados comerciales, donde se asegura que los capitales fluyan entre las naciones y las economías mantengan un ritmo importante para su desarrollo.
Es por ello que esta administración debe permitir, bajo reglas y normas bien establecidas, la participación de los capitales privados, nacionales y extranjeros, en todas las áreas para el desarrollo y modernización de México de lo contrario la crisis económica duraría no solo este sexenio, sino sería transexenal por varios periodos.
Entonces para volver a obtener niveles de crecimiento positivos, será necesario, primero organizar el mercado interno, es decir, establecer medidas fiscales de inversión para que las empresas mexicanas puedan mantenerse abiertas, crecer y crear más empleos para los mexicanos y por supuesto deje ganancias a sus dueños.
Esto traerá salarios suficientes para no solo acceder a la canasta básica en las familias mexicanas, sino reactivar el consumo interno, que esta alicaído.
México requiere recuperar los empleos perdidos en el segundo trimestre, que en el sector formal se acumularon en un millón 100 mil y en el informal la cantidad fue más alta, lo que arrojo a cerca de 12 millones de mexicanos a la pobreza, reto importante a vencer en esta administración.
Si antes era necesario que el gobierno federal reconociera la necesidad de dar un golpe de timón a la dirección que lleva nuestra economía, ahora se hace imperativo para recuperar la confianza de los inversionistas.
De lo contrario, no se podrá dar vuelta a la caída economía durante varios años y los mexicanos seguirán sumiéndose en la pobreza. Reiteramos salir de la pobreza cuesta varios lustros, y esta se profundiza mientras no existan las medidas adecuadas que lo eviten.
El reto inmediato es no solo crear los empleos, sino mantenerlos bajo políticas públicas adecuadas, que incentiven la inversión y que esta genere riqueza no solo para re invertir sino para mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos.
