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Vamos bien, ¿Hacia dónde señor presidente?

Víctor Barrera

Vamos bien, es la respuesta que Andrés Manuel López Obrador alcanza a decir cuando se le cuestiona sobre temas de importancia para los mexicanos, como es la salud, la inseguridad y el empleo.

Vamos bien, es quizá el enunciado más utilizado en los casi dos años de la presente administración que entro con la promesa de realizar un cambio al rumbo que tenía el país, y que era malo, con crecimientos de apenas 2 por ciento, una inseguridad que dejaba muertos por la lucha de terreno entre los mismos carteles del crimen organizado y atizado por un gobiernos que creyeron que era fácil tirar los interés de estozas organizaciones.

Vamos bien, es la respuesta que López Obrador solo dice a las familias que han sufrido la pérdida de ser querido como consecuencia de una estrategia fallida para enfrentar al covid-19, virus letal.

Vamos bien, expresa el titular del ejecutivo al manifestar que nuestra economía empieza a recuperarse y que no debemos preocuparnos porque firmó un tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, que podrá fortalecer a nuestro sector productivo y tener ese crecimiento prometido del 4 por ciento, aunque para ello falta por lo menos dos años más para establecer claramente los reglamentos con los cuales se participara para obtener beneficios losas tres naciones firmantes.

Vamos bien, cuando, señala que con solo la firma de un proyecto de modificación a la Ley de pensiones, los mexicanos podrán ser felices, cuando aún falta su análisis, aprobación y entrada en vigor.

La respuesta que ofrece López Obrador es solo desde su punto de vista, pero no de la realidad de los mexicanos, que es muy distinta con una caída en la economía familiar superior a las anteriores crisis económicas que hemos vivido.

Haciendo un análisis objetivo y basado en datos que las autoridades mismas realizan solo veremos que el cambio prometido no llegará pronto y que este tendrá que esperar mucho más de lo que se creía.

Ante una crisis severa, la administración federal no ha actuado de manera certera y solo lo hace bajo una estrategia que ha demostrado que no sirve.

De esta manera, lo hemos señalado anteriormente, uno de los graves errores cometidos por esta administración es no asistir al sector productivo con verdaderas políticas públicas que garanticen por lo menos la permanencia en operatividad de muchas empresas.

La obstinación de manifestar que no apoyará al sector empresarial y que “si tiene que desaparecer que desaparezca” solo ha dejado un enorme nivel de desempleo y una baja en la producción de la los diferentes sectores, como consecuencia una economía que sobrevive gracias a que los mexicanos que están en el extranjero envían remesas a sus familiares.

Si se quieren datos duros, esto los otorgo el Indicador General de Actividad Económica (IGAE) que realiza el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) donde señala que esta actividad cayó en una tasa anual de 21.6 por ciento en mayo.

Es cierto que esta caída se encierra en los meses de menor actividad, debido al confinamiento obligado por el covid-19, pero no muestra un índice de que esta caída pueda revertir de manera significativa para alcanzar por lo menos un crecimiento del 2 por ciento al finalizar el año.

El Inegi también precisó que 11.9 millones de personas no lograron trabajar en el tiempo señalado lo que provocó el cierre de empresas y comercios con la perdida 46 por diento de la población de sus ingresos económicos.

Ante esto, el gobierno federal aplico una estrategia de apoyo a un sector de estas empresas y de gente que apenas alcanza el 7 por ciento lo que significa que estas medidas han sido insuficientes, para el sostenimiento de todas las familias mexicanas y la sobrevivencia de las empresas.

Ahora bien, si como lo han señalado las autoridades sanitarias no solo de México sino de organismos internacionales, esta pandemia causada por el covid-19. Puede seguir presente en los próximos tres o hasta cinco meses, lo que concluirá con el año, y de no aplicar políticas públicas de apoyo al sector empresarial, seguiremos observando que muchas familias seguirán cayendo en la pobreza.

Aún está a tiempo el gobierno federal de enderezar el rumbo, de amortiguar la caída, pero será necesario voluntad política del titular del ejecutivo, o de lo contrario, en los próximos meses, la ciudadanía podría castigarlo en los comicios que se prevén para el próximo año en el mes de julio y con ello echar a tierra su proyecto de y de ser una cuarta trasformación quedara en una trasformación de cuarta.

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