Víctor Bonilla
El “sospechosísimo” nuevamente vuelve a aparecer en nuestra clase política que se vincula directamente al ámbito económico y que nos muestra que pese a que muchos mexicanos votaron por el cambio este solo fue un movimiento de poca intensidad y que solo sirvió para mover piezas y ajustarlas de tal manera que el cambio es que no hay cambio.
Veamos, México enfrenta su peor crisis económica, derivada de distintas circunstancias, sin embargo no existe la estrategia que permita menguar el duro golpe a nuestra economía que se pronostica para este año y que puede continuar durante lo que resta del sexenio.
Los actores políticos empiezan a moverse y esto deja entre ver que estos movimientos no encuadran en la realidad necesaria para el país.
Debemos entender que una o dos personas no son suficientes para poder arreglar las cosas, pero cuando estas personas se ubican en los círculos donde las decisiones pesan, si se debe tomar la importancia de los movimientos.
Recientemente se anunció que Vanessa Rubio Márquez deja su posición como senadora para iniciar un proyecto académico, que complementaría con tareas de consultoría privada.
Esta decisión toma importancia importa, entre otras cosas, porque será sustituida por Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, que en el 2019 renunció al PRI luego de 30 años de militancia, es colaboradora de Javier Bonilla en el gobierno de Baja California.
Que significa esto, que cuando tome protesta se sabrá si su posición será como independiente o se sumará a la bancada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Siendo esto último lo más probable
De tal manera el PRI, en el senado, pasará de 14 a 13 escaños y si la nueva senadora pasa a Morena, este partido tendrá 61 senadores, Pero si a estos escaños le sumamos los de los partidos aliados de la Cuarta Transformación, PT con 6 senadores; PVEM, con siete y PES con cuatro el resultado final son 78 senadores que votaran a favor las ocurrencias de la 4T.
A la 4T, le faltan ocho escaños para lograr la mayoría calificada. Si Sánchez Arredondo se suma, seguirían faltando siete, pero esto no debe ser problemas ya que en la política mexicana siguen existiendo los políticos chapulines que miran primero por sus beneficio personal y no el beneficio de la población.
Pero mientras esto ocurre se debe enfatizar que con la salida de Vanessa Rubio, se pierde una opinión especializada en la discusión de los temas relacionados con las finanzas públicas, por lo que las discusiones sobre el tema perderán un poco de la certeza de los grupos de oposición para discutir temas que quieran imponer el grupo de la 4T
Rubio Márquez tiene experiencia en temas financieros, de impuestos y de desarrollo social, por su paso en las secretarias de Hacienda y Desarrollo Social y en temas de relaciones exteriores al también participar en la secretaria federal del ramo.
Vanessa Rubio colaboró directamente con José Antonio Meade titular de Hacienda y posiblemente conocedor a fondo de los movimientos de Emilio Lozoya en Pemex, por lo que estos cambios, insisto, reactivan el sospechosísimo, debemos subrayar que los dichos populares afirman que las coincidencias la política no existen.
Pero más allá de esta frase, lo importante es saber el porqué de los cambios y precisamente en estos momentos que Lozoya llega a México para dar a conocer la profundidad del daño de Pemex al país y la corrupción que lo acompaña.