Víctor Barrera
La llegada de Emilio Lozoya Austin a México, que será aproximadamente la tarde del jueves, resultará “como anillo al dedo” a la presente administración y le permitirá por lo menos los primeros días, la atención de los mexicanos en cuanto el desarrollo del proceso que se lleve para que el ex director de Pemex ofrezca información importante para conocer los detalles de la manejos turbios realizados desde la principal empresa del estado mexicano.
López Obrador, como un verdadero animal político, manejará los tiempos, para ir inyectando datos y distraer la atención de los mexicanos de una crisis que ha llegado al país para quedarse, por lo menos cuatro años más, y que impedirá cumplir la promesa de un crecimiento del 4 por ciento para el país.
Conocedor de que a los mexicanos llama más la atención los escándalos de las esferas políticas aun cuando nunca se llega a un desenlace satisfactorios para la población, que se regresen los recursos mal utilizados para beneficio de la gente, el tema Lozoya Austín y posibles “peces gordos” que podrían caer en una red difícil de desenmarañar, tendrá sus tiempos estelares en el pensamiento de la gente
Este nuevo espectáculo podrá servir como ejemplo, quizá sea el único real, de un verdadero ataque a la corrupción y se buscará atrapar a personajes de nivel más alto que el ostentado por el director de Pemex, posiblemente podría llegarse a nombrar y tratar de localizar a Luis Videgaray, enemigo político directo de Emilio Lozoya y uno de los hombres más cercanos a Enrique Peña Nieto desde que este fue gobernador del Estado de México.
De esta manera su Luis Videgaray y Peña Nieto se convertirán en los eslabones importantes para poder aclarar todos los procesos fraudulentos que se derivaron del manejo de Lozoya Austin como titular en la dirección de Pemex.
Con esto, López Obrador podrá desviar la atención de los mexicanos que hasta el momento están más preocupados por salir de la crisis económica, consecuencia primero de malas decisiones tomadas por la presente administración y aderezada por el paro de actividades que obligo la pandemia del covid- 19.
México tendrá una nueva serie para distraerse, donde los actores principales serán, Emilio Lozoya y Luis Videgaray y posiblemente en la imaginaria popular seguirá nombrándose Enrique Peña Nieto.
Andrés Manuel López Obrador tendrá su elemento distractor para olvidar la crisis económica y los mexicanos, alentados por los simpatizantes de AMLO, se sentirán satisfechos al reconocer que el presidente cumplirá su promesa de combatir la corrupción, aunque el desenlace final no llegue en esta administración y solo se quede en documentos y archivos que posiblemente se desecharan en la siguiente.
No caber duda que más pesa el escándalo que la situación económica, y que se utilizará lo suficiente para que esta administración como fue constante en las anteriores “nade de muertito”, sin otorgar los principales objetivos de los mexicanos, tener un país con crecimiento económico y paz social.