Víctor Barrera
Andrés Manuel López Obrador realizó una vez más un acto de egolatría donde, supuestamente, daría a conocer el trabajo que ha realizado a lo largo de 16 meses al frente de la presidencia de la república y celebraría el segundo año de su triunfo, no el de los mexicanos, de su triunfo.
No hubo nada nuevo, no dio datos concretos para que los mexicanos realizaran un análisis de su labor como titular del Ejecutivo, y solo se apegó a realizar un resumen de todo lo que ha dicho a lo largo de seis meses en sus conferencias matutinas.
Dejo de lado el interés de la gente por conocer como saldremos de la crisis que por sus malas decisiones hemos caído.
Solo hablo de manera general sobre temas que hemos escuchado hasta el cansancio, pero nada nuevo.
Dijo que sigue combatiendo la corrupción, pero no tocó los temas de Manuel Bartlett, Eréndira Sandoval, Carlos Lomelín, Yeidkol Polenvsky, Zoé Robledo y un gran número de gente cercana a él, que ha hecho verdaderos negocios dentro del gobierno federal y que no se les ha iniciado una investigación para aclarar, la entrega de contratos de manera directa a familiares de estos funcionarios o porque tienen una gran cantidad de propiedades que no coinciden con sus declaraciones patrimoniales.
Una vez más vimos a un presidente que piensa que es el monarca de un reino, solo hablando para sí y sus amigos, utilizando recursos de los mexicanos para difundir hasta el hartazgo su imagen, pero no sus resultados, porque aún no existen.
Reitero que la corrupción es uno de sus objetivos, pero no detalló que se ha hecho para castigar a aquellos que el mismo acuso de corruptos y prometió meter a la cárcel al llegar a la presidencia.
En el tema sanitario, solo ofreció condolencias, pero no hablo de los más de 28 mil personas fallecidas por no atender de manera pronta esta pandemia, y tampoco explicó porque no aplican pruebas para detectar a gente portadora del virus e iniciar su tratamiento en contra ello y en aislamiento, entre otras cosas que han quedado ocultas como compra de equipo médico y medicamentos a precios altos, y el olvido de los niños con cáncer que no han recibido los medicamentos o los cientos de personas de la tercera edad que no han podido recibir sus medicinas por que no se han abastecido, pese a que son de importancia vital para esta gente, que en su mayoría voto por él.
En el tema de inseguridad no explicó que se hace para evitar que cada día muera una gran cantidad de mexicanos por la lucha interna entre bandas criminales y porque tomo la decisión de dejar en libertad al hijo del Chapo Guzmán, o porque más allá de ser una persona que merece sus respetos, saludo a la madre del criminal, mujer que ha vivido de las ganancias ilícitas de su hijo.
López Obrador quiso recrear un país distinto y oculto una realidad que vivimos los mexicanos y que muchos de ellos votaron por él dándole la confianza para acabar con los males y no solo echarle la culpa a otros gobiernos, por la falta de resultados debido a su ineficiencia y malas decisiones, en fin, solo vimos un acto ególatra de presidente.