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Tres Presidentes de México y Dos Emperadores, Fusilados

A L F A   O M E G A

Jorge Herrera Valenzuela

Pasajes de nuestra Historia Patria, así con mayúsculas, que despiertan interés por conocerlos y divulgarlos. Hace ocho días comenté en torno a los cuatro Presidentes de México que murieron violentamente, asesinados. Agradezco a quienes enviaron sus preguntas sobre si algún mandatario murió fusilado. En las páginas de la historia aparecen los nombres de Vicente Guerrero, Miguel Miramón y Manuel Robles Pezuela y agrego el de Agustín de Iturbide, primer emperador de México y del segundo, Maximiliano de Habsburgo. Los cinco fueron pasados por las armas.

Es lamentable que en las Escuelas Primarias, oficiales y particulares, la enseñanza de la Historia Patria o Historia de México, sea tratada de forma superficial. Se cumple con señalar las fechas más relevantes, algunos nombres de los actores del Movimiento de Independencia, de la Reforma Juarista y de la Revolución de 1910. De  los mexicanos que han llegado a la Presidencia de la República, poco se sabe. De 1824 al 2018 han sido 67, unos constitucionales, otros interinos, una docena “nombrados” por el Congreso. De los últimos 15, 14 han cubierto su sexenio. Desde el principio hasta 1934 los mandatos eran de 4 años.

VICENTE GUERRERO, EL PRIMERO

Principiaré por comentar que el segundo Presidente de México, el sucesor de Guadalupe Victoria, fue nombrado por el Congreso. Vicente Ramón Guerrero Saldaña, autor dela frase “La Patria Es Primero”, inscrita con letras de oro en la Cámara de Diputados, fue el primero de los presidentes fusilados. Participante en la lucha por la Independencia, personaje central con Agustín de Iturbide en el histórico Abrazo de Acatempan, el 10 de Febrero de 1821, y de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el 27 de Septiembre de ese mismo año.

Vicente Guerrero fue candidato presidencial  del Partido del Pueblo y perdió en las urnas teniendo como rival al general Manuel Gómez Pedraza. Un grupo encabezado por Antonio López de Santa Anna se opuso a que el triunfador asumiera el cargo y pidieron al Congreso que nombrara a Guerrero y como vicepresidente al michoacano Anastasio Bustamante. Desde el primer día (1 de abril de 1829) ambos generales eran enemigos, al grado de que Guerrero deja la presidencia el 17 de diciembre de ese año “para irse a combatir a Bustamante” y el país es regido por el primer interino que fue José María Bocanegra, jurista e historiador zacatecano.

Bustamante sigue de Vicepresidente con Bocanegra y el 1 de enero de 1830 protesta como Presidente de México, cargo que desempeñara dos veces más con el respaldo de López de Santa Anna, entre 1837 y 1841, en éste año es Vicepresidente por tercera ocasión y López de Santa Anna “le encarga” el mando presidencial. La rivalidad con Guerrero se mantiene.

Se dijo que Bustamante pagó 50,000 pesos al mercenario Francisco Picaluga, quien en Acapulco con engaños llama a Guerrero, lo apresa y le lleva hasta la población de Cuilapam, Estado de Oaxaca, donde sin previo juicio civil ni Consejo de Guerra, Vicente es colocado en el paredón y el 14 de febrero de 1831 es fusilado. Ese mismo año su única hija de nombre Dolores contrae matrimonio con Mariano Riva Palacio.

Los restos del ilustre Insurgente fueron inhumados en el hoy Panteón Museo de San Fernando, en la Ciudad de México. Posteriormente los depositaron en la Columna de la Independencia, donde también se encuentran los del general Guadalupe Victoria. Son los dos únicos que recibieron ese honor.

MIGUEL MIRAMON, EL MÁS JOVEN

Uno de los más jóvenes generales mexicanos, defensor del Castillo de Chapultepec el 13 de Septiembre de 1847, también pasó a la historia como el más joven Presidente de México. Perteneciente a las fuerzas conservadoras, combatiente en varias batallas, es también el gobernante más joven que luego de oír la orden al pelotón de “¡Disparen!”, se desplomó muerto en el Cerro de Las Campanas, en Querétaro, el 19 de junio de 1867.

Miguel era un apuesto militar al que seguían las mujeres. Se casó con una mujer que es descrita como muy guapa e inteligente, Conchita Lombardo. Miramón fue originalmente sepultado en el Panteón de San Fernando, donde está la tumba de Benito Juárez. Conchita se indignó manifestando que su esposo no descansaría donde estaba el autor de su muerte y llevó los restos a la Catedral de Puebla de Los Ángeles.

Bueno, pues cuando el Presidente Juárez gobernaba, los conservadores nombraron al sonorense Félix María Zuloaga como presidente y éste a su vez nombró a Miguel Miramón, quien ocupó la silla presidencial del 2 de febrero de 1859 al 13 de agosto de 1860; el veracruzano José Ignacio Pavón fue presidente los días 13, 14 y 15 de ese agosto, “le cuidó la silla a Miramón”, y el general retornó el día 16 del mes citado y permaneció hasta el 24 de diciembre de 1860.

UN GUANAJUATENSE AL PAREDÓN

El único guanajuatense que ha sido Presidente de México fue un conservador que terminó sus días fusilado por alta traición a la patria, al aliarse con los franceses que impusieron el segundo imperio en México y lucharon contra el gobierno del Presidente Juárez. La orden de fusilamiento la dio el general Ignacio Zaragoza y se cumplió el 23 de marzo de 1862.

Este personaje respondió al nombre de Manuel Robles Pezuela. Mediante el Plan de Navidad derrocó a Félix María Zuloaga y asumió la presidencia por escasos 27 días. Manuel junto con José Mariano Salas, se completa el quinteto de presidentes que quiso anular al Presidente Juárez durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo. Robles Pezuela fue llevado al paredón a un costado de la iglesia de San Andrés Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán, en Puebla.

AGUSTÍN Y MAXIMILIANO

Antes de establecerse nuestra República Mexicana y durante la Guerra de Reforma, en nuestro país se dieron condiciones efímeras pero efectivas para el establecimiento de dos imperios. El primero en llevar ese título, abdicó, se desterró, regresó al país e inmediatamente lo fusilaron. En el segundo caso, un príncipe austríaco fue traído por conservadores mexicanos y don Benito Juárez no le otorgó el perdón, también  murió en el paredón.

Agustín de Iturbide, originario de Valladolid, hoy Morelia, Michoacán, considerado como artífice de la terminación de la Guerra de Independencia iniciado en 1810 por el Cura Miguel Hidalgo, no ocultó su ambición por el poder y trabajó para constituir el primer imperio mexicano, siendo él quien lo presidiera y así el 22 de mayo de 1822 se proclamó Agustín I, Emperador de México.

No había transcurrido ni un año de la Consumación de la Independencia, de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, con Iturbide y Guerrero a la cabeza. La forma de gobierno se estableció primero en Junta Provisional que presidió Iturbide y después por medio del Supremo Poder Ejecutivo, integrado éste por distinguidos mexicanos. El Primer Imperio terminó el 19 de marzo de 1823.

Después de un año fuera del país, había salido con su esposa Ana María Huarte y sus ocho hijos, con engaños del coronel Carlos Beneski regresó a México en un barco que ancló en Soto la Marina, Tamaulipas. Un día después, el 15 de julio, el militar polaco lo entrega a los militares mexicanos y lo ponen a disposición del comandante militar que recibe órdenes de cumplir un mandato del Congreso, en el sentido de fusilar al michoacano. Esto ocurre el 19 de julio de 1824 en el poblado de Padilla, en el mencionado estado.

En la Capilla de San Felipe de Jesús, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en una vitrina se guardan los restos de Iturbide y cada 27 de septiembre hay una ceremonia organizada por sus seguidores.

De Maximiliano de Habsburgo, joven príncipe austríaco que se resistía a salir de su país y convertirse en emperador en México, fue convencido por un grupo de conservadores que estaban en contra de Benito Juárez. Entre ellos cita la historia al diplomático José María Gutiérrez de Estrada, Juan Nepomuceno Almonte (hijo del generalísimo José María Morelos y Pavón), José Pablo Martínez del Río y Joaquín Velásquez de León.

Mucho se ha escrito y más habrán de aportar los estudiosos de la estancia de Maximiliano y su esposa Carlota de Bélgica, quien al saber que el emperador estaba preso y sentenciado a muerte, imploró muchas veces el perdón, pero el Presidente Juárez no cedió y el 18 de junio de 1867 fue fusilado junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, cuyo restos también quedaron inhumados en el Panteón de San Fernando.

 

 

 

 

NOMBRES COMPLETOS

Por simple curiosidad les escribo los nombres completos de cuatro de los personajes mencionados en el comentario anterior.

Anastasio Bustamante: Trinidad Anastasio de Sales Ruiz Bustamante y Oseguera.

José María Bocanegra: José María de los Dolores Francisco Germán del Espíritu Santo Bocanegra y Villalpando.

Miguel Miramón: Miguel Gregorio de la Luz Atenógenes Miramón y Torelo.

Agustín de Iturbide; Agustín Cosme Damián de Iturbide y Aramburu.

Maximiliano: Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena.

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